Nacido en la Ciudad de Saarlouis (Sarre) que alberga a poco menos de 35 mil habitantes, Heiko
Maas sabe lo que son las relaciones internacionales desde que era niño. Su ciudad natal limita
con Luxemburgo y con la Región francesa de Lorena, territorios con los que actualmente se está
experimentando una gran convergencia con la creación de la eurorregión denominada SaarLorLux.
Socialdemócrata, católico y triatleta, el próximo presidente del Consejo de la UE, es un ministro
fuerte que ha ido ganando terreno en el concierto político alemán luego de 6 meses de una gran
coalición de gobierno. Es una de las cartas altas de Angela Merkel desde el año 2013, cuando la
Canciller lo nombró como Ministro Federal en la cartera de Justicia y Protección al consumidor.
Antes de ello se desempeñó como Ministro de Economía, Trabajo, Energía y Transportes y
Ministro-Presidente adjunto del Sarre.
En pareja desde el 2016 con la actriz alemana Natalia Wörner, a los 54 años de edad, Maas es
abogado y miembro de uno de los partidos políticos más antiguos del mundo; el Partido
Socialdemócrata Alemán (PSD) que cuenta en la actualidad con 16 escaños en el Parlamento
Europeo.

“Progresista y defensor de la paz” lo proclaman sus colegas y camaradas, pero también polémico
en la discusión social. Él fue el impulsor de un proyecto de ley único en el mundo: se trata de aquel
que obliga a las madres a informar sobre la paternidad de sus hijos, para comprobar si fueron
fruto de una relación extraconyugal. Esta ley fue aprobada en 2016 y sugiere para el Ministro
“una compensación de intereses razonables”
La Presidencia del Consejo es desempeñada con carácter rotatorio y en turnos preestablecidos por
un Estado miembro; se da cada 6 meses y a partir de julio, le toca a Alemania. El desafío en este
contexto es doble, ya que no sólo la UE va a tener que saber lidiar con los problemas
ocasionados por el “Brexit”, sino también con el flagelo mundial del COVID-19. En un artículo
publicado por el periódico Die Welt, Maas afirmó: "Haremos una presidencia del corona, con el
objetivo de superar las consecuencias de la pandemia". Además añadió; "Tenemos que aprender
lecciones de la crisis, por ejemplo, sobre cómo mejorar las capacidades europeas para
enfrentarse a una catástrofe, así como la adquisición y producción conjunta de suministros
médicos vitales”.